Els números del Vila-real no són bons, ni en Lliga, ni en Champions League, això és evident... Quan encara no ens acabàvem de creure que el Vila-real C.F. de la passada temporada havia acabat quart, en la mal anomenada "Lliga de les Estrelles" (perquè estrelles planetàries i gal·làctiques només en queden als dos clubs que ho monopolitzen tot), potser més per demèrits de la resta de clubs (que tampoc van demostrar res de l'altre món: ahí tenim la pèsima trajectòria dels atlètics, dels sevilles, etc. malgrat la gran inversió realitzada, si la comparem amb la d'un Vila-real que va haver de tirar de cantera: Mussachio i Marco Ruben, sobre tot, perquè d'altres jugadors de la pedrera han jugat perquè no n'hi havia ningú més, no per promocionar-los) que pel "gran futbol realitzat", donat que durant tota la segona volta l'equip va començar a generar dubtes en defensa a partir de la lesió d'Àngel i, sobre tot, de l'evident lentitud dels centrals que ha anat a més.
Els problemes del Vila-real C.F. s'han d'arreglar parlant al camp (els jugadors i el polèmic entrenador) i als despatxos (traçant un equip compensat i realitzant algun fixatge que demostre, realment, que el Vila-real continua sent millor que la temporada anterior: cosa que es va frenar, en sec, l'any passat, encara que ho haja tapat la brillant classificació per a Champions), ja que els aficionats tenim clar que on hi ha amo i patró, no manen els abonats, perquè només representem -com a molt- un 10% dels ingressos del club (ja que tampoc es compta que el camp és municipal i que, per tant, els ciutadans de Vila-real que no són abonats també aporten una part en espècie... i en efectiu quan s'ha hagut de pagar les obres). Està bé que se presenten iniciatives, que se demane el recolzament de l'afició, però els problemes esportius (de joc!) del club no s'arreglen a la premsa, ni als restaurants...
Avui, contra el Getafe (a partir de les 18 h.), el conjunt de Garrido té una altra ocasió per demostrar si continua la deriva, iniciada a principis de 2011, o si realment han servit d'alguna cosa les crítiques dels milers d'aficionats que estem molt cremats (no davant la venda de Cazorla, que ho comprenem sinó) davant l'èxode de jugadors que, pensem, encara podrien estar aportant coses al club, començant pel granota Javi Venta (que ara portaria un any de titular indiscutible), seguint per Capdevila (perquè no cola allò de que ens estalviem un "jornal" quan s'ha de jugar tres competicions al màxim nivell) i continuant per d'altres que no van tenir oportunitats (estic pensant en el bètic Matilla) o continuen sense tenir-les a pesar de ser especialistes en llocs on no tenim ningú més (el lateral esquerre Oriol, que avui tampoc no va, ni convocat), mentre l'equip continua mancat en defensa (sense laterals i amb Mussachio lesionat) i en la davantera, on només queda Rossi que tampoc va jugar amb Itàlia per unes molèsties...
El Vila-real Club de Futbol, malgrat tot, és a dia d'avui -o, almenys, així ho seguim pensant molts aficionats- un dels set o vuit millors equips de la Primera Divisió i ho continuarà sent perquè també és dels quatre o cinc més sanejats econòmicament, amb una ciutat esportiva del milloret d'Europa i una pedrera només comparable amb la de Barça, Madrid, Espanyol o València... però, futbolísticament, porta avorrint el personal des de fa massa temps, ja que se vol jugar com el Barça però sense velocitat i, això, quasi tots ho sabem, és impossible. Per si faltava alguna cosa, el sorteig d'ahir dels setzens de final de la Copa del Rei (una competició on el Vila-real ens té acostumats a desaparéixer a la primera de canvi ...i això que és, sempre, una gran oportunitat per aconseguir algun títol que encara no tenim, perquè la Intertoto no deixa de ser un "trofeu amistós") ens emparella amb el castís Mirandés (de Burgos) un dimarts i tretze: toquem fusta que estem gafats!
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Getafe y Villarreal mostraron sus carencias con un partido aburrido que acabó con un empate sin goles y que deja a ambos clubes en una situación preocupante tras un inicio de temporada errático.
El partido de las necesidades, marcado por las posiciones de los dos equipos en la tabla, tuvo una víspera accidentada por las ausencias de última hora de jugadores importantes para los hombres de Luis García. Se caían de la lista de convocados tres futbolistas muy importantes en su esquema. Pedro León, Abdel Barrada y Miguel Ángel Moyá se quedaron fuera del choque por lesión.
Con otras cinco ausencias más, el Getafe tuvo que comenzar un partido en el que necesitaba ganar para salir de los puestos bajos de la clasificación. Y, enfrente, el Villarreal, también con varios lesionados, tenía un objetivo similar. Los castellonenses aspiran a jugar en Europa la próxima temporada y los "azulones" a copar posiciones más ambiciosas. Por eso, el duelo era, desde el inicio, extraño.
Y así debió sentirse Dani Güiza, que en los primeros compases del choque tuvo las dos oportunidades más claras del primer acto. El jerezano parece no encontrar su mejor momento. Apenas hizo la pretemporada y se nota. Tampoco ayuda su inactividad en Turquía. Necesita marcar para coger confianza. Ausente el gol, poco a poco parece sentirse más a disgusto en el campo.
Pudo marcar primero en un mano a mano ante Diego López tras un pase del argentino "Cata" Díaz que "cogió" la espalda a Gonzalo. En su primer intento, Güiza erró al elegir la vaselina para marcar. Su intento, acabó en catástrofe. No mucho después, en el minuto trece, pudo remediar su fallo anotando el primero de cabeza, pero, de nuevo, no acertó con su remate. El centro, de Pedro Ríos desde la derecha, acabó marchándose cerca del poste derecho de Diego López.
Fue el último intento del Getafe, que a partir de ese momento dejó de ser el único dueño del partido. El Villarreal tuvo sus arranques esporádicos y también fue capaz de asustar a sus rivales. Los encargados de hacerlo fueron Marcos Senna con un disparo lejano y el colombiano Cristian Zapata con un cabezazo ajustado al poste de Jordi Codina. Ahí se acabó todo el peligro de ambos contendientes en los primeros cuarenta y cinco minutos.
El aburrimiento continuó tras el paso de los vestuarios. Sólo Giuseppe Rossi fue capaz de poner algo de picante al resto del encuentro. El delantero italoamericano fue el único que tenía algo de chispa para desnivelar un marcador destinado al empate sin goles.
Suyas fueron las grandes ocasiones que pudieron sellar un destino diferente para el Villarreal, pero el punto de mira no estaba afinado en el Coliseum. De hecho, la vaselina de Güiza fue el único disparo entre los tres palos en los 90 minutos que duró el partido. Y, contagiado por esa tendencia, Rossi se acercó hasta en tres ocasiones al gol con tiros que salieron rozando los palos.
No hubo más historias en el partido de los desaciertos. El pitido final fue un alivio para los espectadores del Coliseum, que vieron como los dos equipos se marcharon como llegaron a la cita: sin despegar en la Liga.
EFE.-
CONTRA EL MANCHESTER CITY SE MILLORA LA IMATGE, PERÒ SE CONTINA PERDENT PER LES ERRADES DEFENSIVES:
Redacción deportes. (EFE).- Un gol del argentino Sergio 'Kun' Agüero en el último minuto del partido, en posible fuera de juego, sirvió para que el Manchester City derrotase (2-1) al Villarreal, en un partido en el que el equipo español mereció mejor suerte por su juego ante un rival que en el cómputo global no fue mejor.
El Villarreal plantó cara al Manchester City en el estadio Etihad, sobre todo en la segunda mitad, en la que los españoles tutearon a su rival y buscaron la victoria, si bien ésta no llegó al resolverse el duelo con un triunfo agónico del conjunto británico, que tuvo toda la fortuna que le es esquiva esta temporada al equipo de Juan Carlos Garrido.
El equipo castellonense, que con esta derrota se queda prácticamente sin opciones de pasar a la siguiente ronda, ofreció su mejor cara en los primeros diez minutos del partido y tras el primer cuarto de hora del segundo, ya que a partir de ese momento tuvo opciones de volver a desequilibrar el marcador, en el que se adelantó en el primer tiempo.
El partido no pudo empezar mejor para el Villarreal, con un gol en el minuto 4 de Rubén Gracia 'Cani'. Un balón recuperado por Jonathan De Guzmán en campo rival tras un fallo de los ingleses, acabó en los pies de Giuseppe Rossi, quien lanzó un duro disparo desde la frontal y pese a que Hart despejó, Cani aprovechó el rechace para abrir el marcador.
El Villarreal sorprendió de salida a un City al que la rapidez inicial de su rival y el gol visitante le descolocó en los primeros instantes. Superado el minuto 10 y coincidiendo con el inicio de la lluvia, el decorado del partido cambió. El City se hizo con el mando del partido ante un Villarreal que perdió su viveza y desparpajo de los primeros minutos.
Así, conforme avanzó el partido el Villarreal vio como el conjunto de Roberto Mancini superó el sobresalto inicial y empezó a acercarse, bajo la batuta de David Silva, con peligro a la meta de Diego López.
Sin embargo, el Villarreal resistió bien el acoso local pero cuando parecía que se había sobrepuesto a los peores momentos llegó el gol que igualaba el marcador en una acción un tanto desafortunada.
Un pase de Kolarov en dirección a Dzeko fue interceptado por Carlos Marchena pero el defensa andaluz introdujo el balón en su portería. Era el minuto 42 y el gol dio alas al Manchester City, que en los últimos instantes de este periodo vivió sus mejores momentos del partido y asedió la meta castellonense aunque al descanso se llegó con la igualada a un gol.
El comienzo de la segunda fue una continuación del final del primer tiempo, con un City muy incisivo en busca del segundo gol, ante un Villarreal al que le costaba encontrar su sitio en el campo.
Pero superados los primeros minutos de asedio del conjunto británico, el Villarreal se serenó y empezó a sacudirse el dominio local y buscar la meta de Hart.
La mejoría del Villarreal obligó a Mancini a recurrir al argentino Sergio 'Kun' Agüero para revertir la situación y deshacer un empate en casa que le valía de poco para tratar de acercarse a las dos primeras plazas que da derecho al pase a la siguiente ronda.
A pesar de los intentos de Mancini, el equipo de Juan Carlos Garrido, con Borja Valero, De Guzmán y Cani muy activos, se mantuvo firme, mejoró la imagen que ha ofrecido esta temporada en un buen escenario y buscó la victoria, si bien en los metros finales no tuvo buenas opciones de marcar.
La recta final del partido contó con opciones para marcar en ambos bandos y cuando parecía que el partido se resolvía con la igualada a un tanto llegó el polémico gol de Agüero, que hundió al Villarreal, cuyos futbolistas protestaron enérgicamente el tanto.
Este gol deja prácticamente sin opciones al Villarreal de acceder a los octavos de final de la Liga de campeones, e incluso pone muy cuarta arriba hacerse con una tercera plaza que le permita jugar en siguientes rondas de la Liga Europa.
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